martes, 25 de junio de 2019

COMO ELEGIR EL PORTATIL PERFECTO?

Comprar un dispositivo que reúna las características de un ordenador y las ventajas de una tableta comienza como en cualquier otras decisión con una pregunta aparentemente sencilla: ¿Para qué voy a utilizarlo?
La respuesta ya reduce las opciones de elección. «Si solo quiero escribir correos electrónicos, editar textos o navegar por Internet, no necesito un dispositivo caro”, dice Sebastian Klöss, de Bitkom, una asociación del sector.
Los «editores de imágenes para uso doméstico», como los que permiten la edición de las fotos de las vacaciones, ya están disponibles en cualquier computador portátil: «Y puedes hacerlo con tu teléfono móvil», reconoce, aunque la edición de películas ya sea algo más compleja.
Christian van de Sand de la organización alemana de consumidores Warentest también aconseja que primero se pongan en claro qué aplicaciones más comunes se necesitan. A continuación, se puede seleccionar el grupo de productos y, por lo tanto, también el rango de precios.
Se pueden encontrar notebooks actuales desde unos 500 euros (unos 560 dólares), aunque algunos modelos más antiguos o en promoción también están dispobles por menos de 400.
Aquellos que prefieren un ultrabook más ligero, un portátil que se puede convertir en una tableta gracias a su pantalla extraíble, o un portátil con una pantalla con giro de 360 grados deben invertir al menos 1.000 euros, explica Van de Sand.
La generación del procesador es una de las características que también determinan el precio del ordenador. Casi todos los procesadores para portátiles son Intel o AMD. Van de Sand recomienda el Intel i5 si el uso va a ser doméstico. El Intel i3 es la versión básica, mientras que i7 ya ofrece más prestaciones.
AMD, por su parte, cuenta desde 2017 con los procesadores Ryzen, que clasifica también mediante números impares del 3 al 7. «Con el 5 es suficiente», señala Klöss.
Los expertos recomiendan de cuatro a ocho gigabytes (GB) de memoria RAM. Y por lo que respecta a la memoria interna, es mejor elegir un SSD en lugar de un disco duro convencional. Un SSD ya es una opción estándar actualmente, “es robusto y accede a los datos más rápido, pero también es más caro que un disco duro clásico”, dice Van de Sand.
Un SSD consume menos energía y aumenta la duración de la batería del portátil, añade Klöss. En cuanto al espacio de almacenamiento, el mínimo se sitúa en 128 GB, pero es recomendable disponer de 256 GB.
El tamaño de la pantalla también influye en el precio, las dimensiones, el peso y el consumo de energía: 15,6 pulgadas o más son más cómodas para un trabajo que exija cierta dedicación. Para los viajeros que trabajan dos horas al día en el tren, Van de Sand recomienda un Ultrabook de 13 pulgadas, ya que pesa apenas alrededor de un kilogramo. «Te darás cuenta cuando lo uses todos los días», asegura.
Quien viaje en tren y prefiera ver películas durante el trayecto, un convertible que permite plegar hacia atrás el teclado le será muy útil, aunque «también lo es para presentaciones ante tres o cuatro personas», añade Van de Sand.
Con el desmontable, la pantalla puede ser completamente extraída y utilizada como una tableta, normalmente con una interfaz de usuario diferente. Pero Van de Sand aconseja a todos los que trabajan predominantemente de este modo que compren una tableta con un teclado externo.
En términos de resolución, la calidad Full HD (1.920×1.080 píxeles) es suficiente, porque la pantalla debe ser bastante mate, según Klöss. «Los colores y contrastes son más nítidos en el modo más luminoso, pero se reflejan demasiado en un ambiente más brillante», advierte.
Por Clemens Schöll (dpa)

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